Reflexiones sobre la rapsodia x (canto XXII) el nuevo libro de Méntor.


UN MENSAJE A TRAVES DE LA ÚLTIMA RAPSODIA DE HOMERO INTERPRETADA POR MENTOR CON UN SORPRENDENTE DESCUBRIMIENTO. LA ABSOLUCIÓN DEL HEROE.

     Siempre tuve remordimientos por tratar a Ulises con tanta dureza en el libro “El navegante” (Ο Πλοηγός κι ο Οδυσσέας en griego) hasta que ayer llegó Méntor y me exterminó con vehemencia. Ya no tengo valor ni de salir a la calle, pues Odiseo era INOCENTE.

     ¿Surrealista? ¡Y yo que sé! Méntor cuando se embala resulta peligroso. Ahora en el nuevo libro de la rapsodia x´ resulta que con la ayuda de un grupo de juristas -nada que ver con el TSJ español, madre mía-, de Anás, Pilatos y Caifás, o de Sólon el Ateniense, se empeñaron en juzgar la Ministirofonia de la Odisea (Para los que no saben el griego se trata del canto XXII cuyo título es La venganza, aunque su traducción literaria es El asesinato de los pretendientes).

     Y entonces idearon ¡el juicio de Ulises! Y emitieron súbito el veredicto: Ulises se declaraba libre de culpa por el asesinato de los pretendientes.

     Mentor quiere regresar unos años atrás. En una conversación con el juez principal I.K. Y la conversación transcurre más o menos así:

     M -Cuanto llegue la hora de la publicación de la rapsodia x (en castellano canto XXII, la de La venganza necesitaré abogados para que estudien la dimensión penal del tema de la aniquilación gratuita de los pretendientes en la actualidad.

     I.K -Estás más loco que yo.

Interviene un abogado ajedrecista, N.M para más señas, más moderado pero contundente:

     “…Por consiguiente la aproximación legal de los actos de Ulises con base la actual legislación no ha lugar. Habría que ajustarse a derecho consuetudinario penal de la época homérica con alguna crónica palpable sobre cómo se aplicaba tal derecho y con sumo cuidado no sea que con eso nos encontramos enfrente con la voluntad real de lo que quería demostrar el poeta…”

     Años más tarde se descubre que una antigua compañerita de ajedrez de Méntor no solo se había convertido en una abogada famosa, sino que es una eminencia en el campo legal forense cargada de premios y distinciones.

     Se le envió -en una sola noche-, resumidos, todos los cantos de la Odisea donde aparecen los pretendientes y detallada la rapsodia de la “Mnistirofonia”

     Su respuesta fue contundente:

     “La sensación sentimental nos ha empujado a creer desde siempre que el sentido central de la Odisea era la nostalgia del regreso. Viéndolo ahora con “ojos letrados” cambia mucho. La verdad, la única verdad es que ¡Atenea empuja a su héroe a regresar para hacer “limpia”! Hacer desaparecer a los usurpadores de su casa de la faz de la tierra. Pues los pretendientes habían incurrido a la blasfemia divina y se merecen gran castigo.

     Cuando llegó la hora de las conclusiones N.M tomó el rol de la acción civil y de la fiscalía.

     “…En la época actual el tomar la justicia con tu mano es un serio delito penal. Pero entonces la justicia se aplicaba de otra manera. Por tanto, tenemos que saber lo que estaba en vigor por escrito o que se hacía por costumbre en la época que describe Homero…”

     Los argumentos de la defensa fueron:

     Que Ulises con la ayuda de Eumeo, Telémaco y Filecio y el inestimable apoyo de Atenea como Méntor -gran poder de justicia- aniquila a los pretendientes hasta el último y libera del yugo de la ocupación a Ítaca.

     Otro forense experto en la materia dictamina:

     La venganza= a tomar la justicia con su mano, es éticamente esencial y necesaria según el antiguo lema no escrito: Blasfemia – Némesis – Castigo. Toda Odisea se mueve alrededor de ese esquema. Desde el primer canto hasta el último, pues es la aplicación estricta de esa antigua norma del correcto funcionamiento de la justicia social. La venganza por parte de Ulises es excelencia y valentía. Y además es un acto personalizado pues cada pretendiente se aniquila por separado y se le pone nombre y apellido (aunque suena a risa no lo es).

     Después de las alegaciones llegan los alegatos finales:

     El presidente de la sala hace hincapié en que:

     Hay que diferenciar la época de los acontecimientos de la época actual:

     Según el concepto de los antiguos griegos quien se portaba irrespetuosamente con las leyes de los dioses cometía delito grave. Blasfemaba. En este caso los dioses intervenían provocando enajenación en la mente del blasfemo quien respondía con más blasfemias. Esto provocaba la Némesis, o sea la ira y la venganza de los dioses. El resultado final era la “Tisis”, o sea el castigo divino del blasfemo…

     Y el veredicto como dijimos anteriormente fue absolutorio.

     Las conclusiones del juzgado fueron:

  “…Por todo esto se llega a la conclusión de que Homero después de establecer el castigo de los pretendientes como cumplimiento de los principios éticos -y como expuso en el canto I-, declara INOCENTE a Ulises por el acto de La Mnistirofonía (venganza y aniquilación de los pretendientes) y a continuación presenta a Zeus -el supremo- como apaciguador, dictando que a partir de entonces Odiseo ha de vivir en paz y armonía haciendo las paces con los familiares de los pretendientes, pues su acto era un acto de justicia.

     Claro que a I.K se le escapó que los locos somos millares no uno solo.

Dejar un Comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.