TIENE QUE SER UN GALLO POR FAVOR, DE POLLOS NADA.
Cada año, desde hace tiempo, una noche casual con total apnea, allá en una mesa de la última punta de la plataforma de ébano y yodo, en el paseo marítimo I.Metaxa, nos convida la familia de la Sra Joanna al unísono, a una cena de despedida… Y hasta el año siguiente. ¡Feliz verano! Y la Atenea Pallas con vosotros…
El menú SIEMPRE contiene la receta preferida de Eva y de los otros “descendientes” de Fuca:
Gallo de coral, tuercecuello, holgazán y gallardo, bienalimentado en la granja del abuelo con granos de Homérico maíz de la genealogía Zea mays… acompañado saludablemente con aperitivos de frescas y biológicas hortalizas…
¡Ambrosía Olímpica de tierra Cafaloní!…Y néctar, cómo néctar, de transubstanciación, celebre, único…ámbar de “robóla” a granel… ¡nunca reniégote! Y especialmente cuando desde el fondo llega la música de las roncas cuerdas de Bob Dylan que hacen agrietar el Jónico…
The answer my friend is, Blowing in the wind…
…Las respuestas, amigo mío, vientos volando se las llevan.
Las respuestas verdaderas palabras son, aladas, que vuelan.
…Η απάντηση καλέ μου φίλε είναι με λόγια που πετούν,
λόγια που άνεμος τα παίρνει και δεν ξαναγυρνούν…
Gallo al vino tinto
Para cuatro personas
Ingredientes
Al Gallo del abuelo que pesa hasta dos kilos enteros cortado en homogéneos trozos
De su huerto, dos cebollas grandes picaditas
Est vez poco ajo
Sal y pimienta
Cuatro cucharadas soperas de pasta de tomate concentrado griego y de calidad. ¡A buscarlo!
Un vaso de vino tinto, denso, néctar de dioses, para que aquíí apuntemos el siguiente y especial eslabonº homérico..
Para finalizar media cucharita bajari (aquí se llama pimienta de Jamaica) y otra de nuez moscada
La ejecución
Al fuego una cazuela ancha. Untada bien con aceite al que dejaremos calentar lo suficiente
Cuando lo esté bien ponemos los trozos del gallo hasta sofreírlos bien por ambos lados… Quitamos los trozos y los guardamos en la reserva…En el mismo aceite echamos la cebolla picadita y el ajo y cuando se ablanden y se vuelven rojizos le añadimos la pasta de tomate y al primer hervor los trozos del ave. Al agitarse apagamos con el vino, añadimos agua hasta cubrir y espolvoreamos con las especias, la sal y la pimienta. Mientras va hirviendo suavemente a medio fuego nos relajamos con aquellos acordes de míster Dylan y al comprobar que se trincha bien con el tenedor el orgulloso gallo y la salsa ha cuajado retiramos y en una gran bandeja ovalada servimos en:
Pastichada, con macarrones misko gordos de pastichio
Macarronada, con espagueti misko No 7 , o
Spaguetada, con espagueti misko No 10 o espaguetini No 11
El eslabónº
¡Vino! Néctar rojo. A los que enamora el buen vino, “néctar de dioses” es un eufemismo mínimo. El “Laurel negro”, vino tinto seco, es tan antiguo en Cefalonia como la rubia “robala”. El primero pasó a las costas de enfrente pero la “robóla” se quedó `para siempre en la isla. Aunque cada vez que pasamos al norte de Véneto disfrutamos de una riquísima “ribola”, ¡digo yo será su lejano primo romano! ¡Ay que tentación!
“αμβροσίης πλήσαντα, κέρασσε δε νέκταρ ερυθρόν”, ε’ ..93
Desde la antigüedad la malvasía nacida en Dulichion pasó a triunfar en España. El Greco di tufo en Italia del sur llegó de la mano de los pelasgos de Tesalia. Al famosísimo moscatel de Samos de Pitágoras dispensaron por el mundo los piratas del mediterráneo y así llegó a Alsacia, Francia, Portugal, el norte de África, el norte de Alemania y hasta tierras exóticas al otro lado del charco como Chile y Bolivia.
-¿Como? ¿Pero tan imprescindible fue?
-¡Imagínate!
…Y entre las provisiones dela balsa de Ulises en su penúltima aventura del viaje desde la isla de Calipso a aquella de los enigmáticos Feacios en primer lugar tenia sitio el sacro VINO, junto al trigo y el agua.
ε’ 165>, (“σίτον και ύδωρ και οίνον ερυθρόν”).