Siempre me escondí detrás de su perfil lleno de colores y de brevedades. No por cobardía sino por reverencia. Por su irrefrenable sed de vivir por encima de sus reducidas posibilidades que le desdotó la vida casi desde su niñez. Pero los que la conocían, los que nos conocían sabían que esta mezcla se hizo pócima milagrosa desde hace 40 años contra la adversidad y que fue el desafío de lo imposible que triunfa donde nadie lo estaba esperando. Como fue única -pero bondadosa- nunca le había dedicado ni una línea de mis humildes rimadas inquietudes. Ahora que se hizo nube y viento y estará buscándome espero allá a lo lejos con su insistente perseverancia, quería despedirme de ella con el primer y único verso dedicado a su elegancia y su decisión de quererme un poquito… y que sepa que yo la quise y la quiero mucho más. Hasta luego querida mía…
R d F
EL CARIÑO QUE TE TENGO
Te profeso cariño, pero no lo sabes
y al sentir tu lágrima lloran mis ojos
Fue y ha sido cruel mi ignorancia
La hora maldita perdura eternamente
y su anuncio por inesperado desespera
Fue y ha sido cobarde la reseña
Lunar que malignas noticias transporta
y yo sin enterarme a cuatro pasos
El aire se tornó aliento irrespirable
Silencias tu dolor y más me estremezco
al verte confusa entre los tormentos
No es el miedo de temor, si de querencia
Aprieta el pañuelo alrededor de tu cuello
como un nudo gordiano que oculta
El padecer que la estocada elabora
Disimular callada no solo es de cobardes
sino de corazones rotos por el miedo
Y perseguidos son por el mal y la dolencia
Cuatro leguas del pozo donde esa habita
la amenaza cruel que acecha invisible
La esperaré para adargar tu preciada vida
Te tengo cariño, quizás amor y no lo sabes
y sentir que puedes irte sin conocerme
Será y ha sido mi obstinada cobardía
Pensaba intentar en descubrir que existes
y que el mal es lo único real inexistente
Será y ha sido un placer el conocerte